El agua es esencial para la vida y el bienestar de todas las personas, pero para los niños, su consumo adecuado es aún más crucial. Durante la infancia, el cuerpo está en constante desarrollo y crecimiento, y el agua juega un papel fundamental en este proceso, desde el correcto funcionamiento de los órganos hasta la hidratación de la piel y el cerebro. Sin embargo, no siempre es fácil asegurar que los niños beban suficiente agua durante el día, especialmente cuando hay opciones como los refrescos o jugos que pueden parecer más atractivas.
Nos enfocamos en promover hábitos saludables desde la primera infancia, y el consumo de agua es uno de los pilares más importantes para garantizar el bienestar y un crecimiento equilibrado. En esta entrada de blog, hablaremos sobre los beneficios del agua para los niños, cuánto deberían beber y algunos consejos prácticos para incentivar su consumo diario.

Beneficios del Consumo de Agua para los Niños
El agua es fundamental para muchos procesos en el cuerpo de los niños, y su consumo adecuado está directamente relacionado con su bienestar físico y cognitivo. Aquí te explicamos algunos de los beneficios clave:
1. Mantiene el Cuerpo Hidratado
El agua es el componente principal de nuestro cuerpo, y representa alrededor del 60% del peso corporal en los niños. Asegurar una correcta hidratación es vital para que el cuerpo pueda regular la temperatura, lubricar las articulaciones y mantener el funcionamiento adecuado de los órganos. Además, el agua ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a las células, lo que es crucial para el crecimiento y desarrollo en la infancia.
2. Favorece el Rendimiento Cognitivo
El cerebro infantil está en una etapa valiosa de desarrollo, y el agua es fundamental para su funcionamiento. La deshidratación, incluso leve, puede afectar la concentración, la memoria y el rendimiento cognitivo de los niños. Un estudio publicado en el Journal of Nutrition encontró que los niños que estaban bien hidratados mostraban un mejor rendimiento en tareas cognitivas en comparación con aquellos que no bebían suficiente agua.
3. Ayuda en la Digestión y Previene el Estreñimiento
El agua es clave para mantener un sistema digestivo saludable. Asegura que los alimentos se muevan correctamente por el tracto digestivo y ayuda a prevenir el estreñimiento, un problema común en los niños. La fibra, que se encuentra en frutas, verduras y cereales, trabaja en conjunto con el agua para mantener el tránsito intestinal adecuado.
4. Apoya el Rendimiento Físico
Durante el juego y la actividad física, los niños pierden agua a través del sudor. Mantenerse bien hidratados es esencial para reponer esos líquidos y evitar la fatiga. El agua también ayuda a regular la temperatura corporal, especialmente durante el ejercicio, evitando que los niños sufran de sobrecalentamiento o deshidratación.
5. Previene el Sobrepeso y la Obesidad
El consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas o jugos artificiales puede ayudar a prevenir el aumento excesivo de peso y la obesidad infantil. El agua no tiene calorías ni azúcares añadidos, lo que la convierte en la mejor opción para mantenerse hidratado sin riesgos para la salud.
¿Cuánta Agua Deberían Beber los Niños?
Las necesidades de agua varían según la edad, el tamaño corporal y el nivel de actividad de cada niño. A continuación, te ofrecemos una guía general recomendada por la Academia Americana de Pediatría:
- Niños de 1 a 3 años: 4 a 5 vasos (1 litro) al día.
- Niños de 4 a 8 años: 5 a 7 vasos (1 a 1.5 litros) al día.
- Niños de 9 a 13 años: 7 a 8 vasos (1.5 a 1.75 litros) al día.
- Adolescentes (14 años en adelante): 8 a 10 vasos (2 a 2.5 litros) al día.
Es importante recordar que estas cantidades son aproximadas y pueden aumentar si el niño realiza actividades físicas intensas o si el clima es caluroso. Además, los niños obtienen algo de agua a través de los alimentos, como frutas y verduras, lo cual también contribuye a su hidratación.
Signos de Deshidratación en los Niños
Es relevante que los padres y educadores estén atentos a los signos de deshidratación en los niños, ya que estos pueden ser más susceptibles a ella que los adultos. Algunos de los signos a los que debemos prestar atención incluyen:
- Boca y labios secos
- Piel seca
- Ojos hundidos o sin brillo
- Menor producción de orina o pañales menos mojados en bebés
- Fatiga o irritabilidad
- Mareos o confusión
Si notas estos síntomas en un niño, es crucial animarlo a beber agua inmediatamente y, si es necesario, consultar a un médico.
Cómo Incentivar a los Niños a Beber Más Agua
Sabemos que, en ocasiones, puede ser un desafío lograr que los niños elijan el agua sobre otras bebidas. Sin embargo, con algunos cambios simples y creativos, puedes hacer que el agua sea más atractiva para los más pequeños:
1. Haz del Agua una Elección Divertida
Decora botellas de agua con personajes favoritos o usa pajitas de colores para que beber agua sea más divertido. También puedes dejar que elijan su propia botella de agua reutilizable, lo que puede motivarlos a usarla durante el día.
2. Añade Sabor Natural
Si tu hijo no está acostumbrado al sabor neutro del agua, añade rodajas de frutas frescas como limón, naranja, fresa o pepino para darle un toque de sabor sin azúcar. Esto puede hacer que el agua sea más atractiva y refrescante.
3. Fija Rutinas de Consumo de Agua
Haz que beber agua sea parte de las rutinas diarias de tu hijo. Por ejemplo, puedes animarlo a beber un vaso de agua al despertarse, antes de salir a jugar y con cada comida. Las rutinas ayudan a que el hábito de beber agua se integre en el día a día de manera natural.
4. Lidera con el Ejemplo
Los niños aprenden observando el comportamiento de los adultos, por lo que si te ven beber agua regularmente, es más probable que imiten ese hábito. Aprovecha las comidas familiares para beber agua en lugar de otras bebidas y haz comentarios positivos sobre lo refrescante y saludable que es.
5. Evita las Bebidas Azucaradas
Las bebidas azucaradas pueden parecer más atractivas para los niños, pero son una fuente innecesaria de calorías y pueden contribuir a problemas de salud como la obesidad y las caries. Limitar su consumo y ofrecer agua como primera opción ayudará a desarrollar un hábito saludable.
El consumo adecuado de agua es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los niños, ya que impacta directamente en su bienestar físico y cognitivo. Asegurarse de que los niños beban suficiente agua a lo largo del día no solo favorece su rendimiento escolar y su salud en general, sino que también previene problemas asociados con la deshidratación.
En EducAli, fomentamos hábitos saludables desde la infancia, y beber agua es una de las prácticas más sencillas pero importantes para el bienestar a largo plazo. ¡Inspiremos a los niños a disfrutar del agua y a hacer de la hidratación parte de su día a día!