El nervio vago, una de las estructuras más importantes del sistema nervioso, desempeña un papel crucial en la conexión entre el cerebro y el cuerpo. Su correcto funcionamiento es fundamental para la salud física, emocional y cognitiva de los niños. A continuación, exploramos su importancia y cómo podemos gestionarlo para promover su correcto funcionamiento y potencial.

¿Qué es el nervio vago?
El nervio vago, también conocido como el décimo par craneal, es una vía clave del sistema nervioso autónomo. Se extiende desde el cerebro hasta varios órganos, incluidos el corazón, los pulmones y el sistema digestivo. Este nervio regula funciones esenciales como la respiración, el ritmo cardíaco y la digestión.
Funciones principales del nervio vago
- Regulación emocional: El nervio vago influye en la respuesta al estrés al activar el sistema nervioso parasimpático, conocido como el «sistema de descanso y digestión». Esto ayuda a los niños a calmarse después de momentos de tensión.
- Control del sistema digestivo: Contribuye al movimiento del intestino, esencial para una digestión saludable.
- Comunicación cerebro-cuerpo: Sirve como un puente para transmitir información entre el cerebro y los órganos internos, afectando tanto las emociones como el bienestar físico.
- Salud inmunológica: A través de su papel en la regulación de la inflamación, ayuda a mantener un sistema inmunológico equilibrado.
La importancia del nervio vago en los niños
Un nervio vago saludable permite a los niños gestionar mejor sus emociones, enfrentarse a desafíos y mantener una salud física robusta. Según estudios recientes, la estimulación vagal está relacionada con niveles más bajos de ansiedad y una mayor resiliencia emocional en los niños.
Cómo apoyar el desarrollo del nervio vago
Existen actividades y hábitos que pueden fomentar la salud del nervio vago en los niños:
- Respiración profunda: Ejercicios como la técnica de la «flor y la vela» enseñan a los niños a respirar profundamente, ayudando a activar el sistema parasimpático.
- Cantar o tararear: Las vibraciones de la voz estimulan el nervio vago, promoviendo la calma.
- Contacto físico: Los abrazos, las caricias y el contacto piel con piel son esenciales para su desarrollo.
- Ejercicio físico: Actividades como yoga o natación fortalecen la conexión entre el cerebro y el cuerpo.
- Alimentación saludable: Una dieta rica en nutrientes apoya la salud intestinal, clave para la función vagal.
¿Qué es la Teoría Polivagal?
La Teoría Polivagal se centra en el nervio vago, un componente del sistema nervioso autónomo que conecta el cerebro con el corazón, los pulmones y otros órganos. Porges identifica tres sistemas jerárquicos de respuesta en los seres humanos:
- El sistema ventral vagal: Asociado con la conexión social y la calma. Este sistema se activa cuando nos sentimos seguros.
- El sistema simpático: Relacionado con las respuestas de lucha o huida ante situaciones de estrés o peligro.
- El sistema dorsal vagal: Se activa en estados de amenaza extrema, llevando al cuerpo a un «apagado» o respuesta de inmovilización.
Implicaciones en el Desarrollo Infantil
El sistema nervioso autónomo de los niños está en constante desarrollo, lo que significa que sus respuestas a estímulos emocionales y sociales están profundamente influenciadas por el entorno y las experiencias. Según la Teoría Polivagal:
- Seguridad y conexión social: Un ambiente seguro permite a los niños activar su sistema ventral vagal, promoviendo la calma, la capacidad de formar vínculos afectivos y la exploración del mundo.
- Impacto del estrés: Experiencias de estrés o trauma pueden hiperactivar los sistemas simpático o dorsal vagal, dificultando la regulación emocional y la comunicación.
Cómo Promover un Entorno Seguro para los Niños
- Fomentar la conexión social: Establecer relaciones basadas en confianza y afecto ayuda a activar el sistema ventral vagal.
- Proporcionar rutinas estables: La predictibilidad reduce el estrés y mejora la regulación emocional.
- Modelar calma: La regulación emocional de los adultos influye directamente en el sistema nervioso de los niños.
- Estimular el nervio vago: Actividades como la respiración profunda, el yoga y la música pueden fortalecer la capacidad de autorregulación.
Aplicaciones en Educación y Crianza
La Teoría Polivagal tiene aplicaciones prácticas en cómo los educadores y cuidadores pueden interactuar con los niños:
- Crear espacios de aprendizaje que reduzcan el estrés.
- Priorizar actividades que fomenten la empatía y las habilidades sociales.
- Adoptar estrategias para responder a comportamientos desafiantes con compasión y comprensión del estado emocional del niño.
El nervio vago es una pieza fundamental para el desarrollo integral de los niños. Al fomentar su correcto funcionamiento a través de hábitos simples y saludables, podemos ayudar a los niños a gestionar mejor sus emociones, mejorar su bienestar físico y desarrollar una mayor resiliencia.
Pequeños cambios en las rutinas diarias pueden marcar una gran diferencia en la salud y el bienestar de los niños.
Referencias
- Porges, S. W. (2011). The Polyvagal Theory: Neurophysiological Foundations of Emotions, Attachment, Communication, and Self-regulation.
- Smith, J. (2020). «Vagal tone and childhood resilience: A review of recent findings.» Journal of Child Psychology and Psychiatry.