Maneras Adecuadas de Corregir o Llamar la Atención de los Niños

La crianza de los niños puede ser un desafío, especialmente cuando llega el momento de corregir comportamientos o llamar su atención. Sin embargo, es crucial recordar que cada interacción es una oportunidad para enseñar y fortalecer el vínculo con ellos. Corregir de manera positiva y respetuosa no solo fomenta el aprendizaje, sino que también construye confianza y autoestima en los niños.

Técnicas para Corregir

1. Baja a su nivel visual

Cuando necesites corregir o hablar con un niño, agáchate o siéntate para que estén a la misma altura. Esto no solo demuestra respeto, sino que también facilita que el niño se concentre en lo que dices y se sienta escuchado.

Un estudio publicado en Journal of Developmental Psychology (2018) destaca que establecer contacto visual y comunicarse al nivel del niño mejora significativamente la receptividad y la comprensión.

2. Valida sus emociones

Antes de corregir, reconoce y valida lo que el niño está sintiendo. Por ejemplo, puedes decir: “Entiendo que estás enojado porque querías seguir jugando, pero es hora de recoger los juguetes.” Esto les enseña a identificar sus emociones y que están bien, siempre que se manejen de manera apropiada.

La investigación de Gottman y Declaire (1997) sobre la «crianza emocional», sugiere que validar los sentimientos de los niños fomenta su desarrollo emocional y los ayuda a regular mejor sus emociones.

3. Utiliza un lenguaje positivo

En lugar de enfocarte en lo que el niño hizo mal, díle qué esperas de él. Por ejemplo, en vez de decir: “No hagas ruido,” podrías decir: “Hablemos en voz baja.” Esto les ayuda a entender claramente el comportamiento deseado.

4. Evita las etiquetas negativas

Palabras como “malo” o “desobediente” pueden afectar la autoestima del niño. En su lugar, describe el comportamiento que quieres cambiar: “Golpear no es una buena forma de expresar tus emociones. Hablemos de cómo te sientes.”

5. Refuerza el comportamiento positivo

Cuando un niño actúa correctamente, asegúrate de reconocérselo. Comentarios como “Me encantó cómo compartiste tus juguetes con tu hermano” refuerzan el comportamiento que quieres que se repita.

El concepto de «refuerzo positivo» ha sido ampliamente estudiado por B.F. Skinner (1938), quien demostró que este enfoque es altamente eficaz para consolidar comportamientos deseables.

6. Establece límites claros y consistentes

Los niños necesitan saber qué esperar. Establecer reglas claras y explicar las consecuencias de manera calmada y coherente les da un marco para entender los límites.

7. Dale opciones y fomenta la autonomía

Cuando sea posible, permite que los niños elijan entre opciones que estén dentro de los límites establecidos. Por ejemplo: “¿Prefieres recoger los juguetes primero o ponerte los zapatos?” Esto les da una sensación de control y reduce los conflictos.

8. No corrijas con gritos o amenazas

El tono de voz que uses influye mucho en la receptividad del niño. Hablar con calma y firmeza es más efectivo que alzar la voz, y evita crear miedo o inseguridad.

Un metaanálisis publicado en Pediatrics (2014), demuestra que las disciplinas basadas en el miedo tienen efectos negativos en la autoestima y el comportamiento futuro de los niños.

9. Enséñales a reparar los errores

Cuando un niño cometa un error, ayúdale a entender el impacto de su acción y cómo puede repararlo. Por ejemplo: “Lastimaste a tu hermana al empujarla. Veamos cómo puedes disculparte y arreglarlo.”

10. Dedicar tiempo a enseñar habilidades socioemocionales

Enseña a los niños cómo identificar y manejar sus emociones, resolver conflictos y comunicarse de manera efectiva. Esto les dará herramientas para comportarse mejor en el futuro.

Un estudio de CASEL (2021) sobre aprendizaje socioemocional concluye que las habilidades socioemocionales mejoran el comportamiento y el éxito académico a largo plazo.

Corregir a los niños no es solo una cuestión de disciplina, sino una oportunidad para enseñar valores, empatía y autocontrol. Al optar por un enfoque respetuoso y positivo, no solo les enseñas a comportarse mejor, sino que también fortaleces el vínculo entre ustedes. Recuerda: los niños aprenden más de lo que ven y sienten que de lo que escuchan.

¿Cuáles de estas estrategias has probado? ¡Comparte tus experiencias y consejos en los comentarios!

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